sábado, 31 de diciembre de 2016

Un repaso a 2016: algunos de mis artículos

¿Dónde estás ahora, Batman?, el poema que inspiró a Alan Moore


Un pequeño poema que fue una influencia para el trabajo de Alan Moore, de algún modo u otro. Escribí todo lo que pude sobre él. Artículo.


Contra el cine de superhéroes: la opinión de directores, actores y guionistas


La devastadora opinión de John McTiernan sobre las películas de superhéroes me dio pie para recopilar todas las críticas y declaraciones que se habían hecho hasta ese momento a este género. En algunos casos hay parte de razón, en otros tal vez no tanta, pero la crítica, si es constructiva, siempre es necesaria. Artículo.


Lo que opinan algunos autores de cómic sobre el Brexit


Por el ambiente político que hemos tenido en nuestro país (las segundas elecciones) no se le dio una cobertura mediática al brexit hasta que faltaban sólo unos días para la votación. Las reacciones de los autores de cómics ingleses sobre el tema pueden ser útiles para entender mejor el resultado y a los propios autores. Artículo.


13, Rúe del Percebe – Chistes de fabricación casera


Mi primer artículo en Canino. Hice un repaso del origen de esta página, a parte de su evolución y a su contenido político, que era diluido debido a la censura. La edición de Ediciones B de este material y las propias páginas de Ibáñez merece visibilidad. Artículo.


Pafman: el inolvidable relleno de las revistas de Mortadelo en los 80


Un grupo de autores y personajes de los últimos años de Bruguera y toda la etapa de Ediciones B ha quedado en el olvido. Tuvieron que mantener de alguna forma el estilo de la empresa, y al mismo tiempo avanzar al humor y el dibujo de los 90. Es una pena que todo ese buen trabajo haya quedado en el olvido y necesite reivindicarse. Artículo.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Un repaso a 2016: noticias sobre cómics de este año

No es una lista de las noticias más importantes, sino mi selección de las noticias más destacadas.


Polémica sexista en el Festival de Angoulême (5 de enero)

En 43 años, ninguna mujer ha recibido el Gran Premio de este festival. En la presentación de nominados de este año, entre los 30 nominados tampoco había ni una mujer. Varios de los autores nominados en solidaridad pidieron ser eliminados de la lista. La defensa de la organización es que a lo largo de la historia del cómic "hay muy pocas autoras reconocidas". Se hicieron desde los aficionados listas de autoras para demostrar que eso era falso, que existen autoras igual de válidas que los autores. Finalmente, la organización tuvo que rectificar la lista de nominados.



El Torres acusa de plagiar sus cómics a dos producciones americanas (15 de enero)

No sé en qué quedaría al final, pero hizo mucho ruido esta noticia: antes de sus respectivos estrenos, el guionista español El Torres acusó a dos películas americanas de haber plagiado dos de sus cómics. Tengo la sensación de que se dio demasiada prisa antes de comprobar si los plagios eran reales.



Toni Guiral es nombrado director de contenidos del Salón del Cómic de Barcelona (18 de enero)

Uno de los más importantes historiadores y teóricos del cómic en España fue elegido director de contenidos del Salón. Tal vez le debemos a él en gran parte la atención que recibió Ibáñez en el pasada entrega de este evento, y la que recibirá TBO el año que viene.



El regreso de la Gorda de las Galaxias (9 de febrero)

Las dificultades económicas de Nicolás Cerezo, el creador de la Gorda de las Galaxias, animó a un buen número de personas a organizar una exposición de su trabajo, conciertos, una venta de la reedición de La Gorda de las Galaxias con fines benéficos... Gerardo Vilches mantuvo una extensa conversación con él.



Dani Rovira es Superlópez (25 de febrero)

Opiniones personales a un lado, Dani Rovira es el actor elegido para encargar al personaje creado por Jan. La escritura del guión se había paralizado para dar prioridad a la secuela de Ocho apellidos vascos. Veremos en qué queda todo.



Forges donará todos sus dibujos a la Biblioteca Nacional (7 de marzo)

Uno de los dibujantes gráficos más reconocidos de la actualidad anunció esta donación durante el programa de radio No es un día cualquiera. Es un buen indicador de la importancia que tiene el cómic en el ámbito cultural.



La directora de El Jueves es agredida en la calle (12 de mayo)

Cuando volvía de hacer  footing, Mayte Quílez, la directora de El Jueves, recibió un puñetazo de un encapuchado. El comportamiento de este anormal se relacionó con la última portada de la revista. Unas semanas después Quílez  abandonaba la dirección de la revista.



El PP de Madrid parodia a Ahora Madrid con Rue de Cibeles 13 (13 de junio)

Resulta desconcertante la parodia del ayuntamiento madrileño que publicó el PP de Madrid. Hay que destacar que la doble página, por el motivo que sea, no viene firmada, lo que posiblemente revele lo poco orgulloso que se siente su autor. Tiene su gracia que precisamente el 13 rúe del Percebe de Ibáñez se haya usado tantas veces precisamente con la intención contraria, para criticar al PP: en 2008 en el diario Público, en 2014 en La Opinión de Zamora, este mismo año en El País y en Diario 16. Incluso en El Jueves utilizan el esquema de esta página. Yo vuelvo a lo que dije en 2012: ¿Votaría Mortadelo al PP? Leídos los cómics, es evidente que no.



El fin de Entrecomics (19 de julio)

En 2016 terminó la trayectoria de esta web de divulgación sobre cómics.



El pregón de Javier Pérez Andújar (22 de septiembre)

El pregón de la Mercè de este año ha traído cola. El escritor Pérez de Andújar ha reivindicado la cultura popular de la sociedad catalana, especialmente la que ha nacido del cómic. Este gesto ha sido especialmente agradecido por los autores de tebeos a los que hacía referencia. Por desgracia, un pregón tan emotivo y necesario (la reivindicación de lo popular, en oposición a la alta cultura) ha recibido críticas por parte del independentismo catalán.



Wonder Woman, embajadora de la ONU (14 de octubre)

Aprovechando los 75 años de su creación y el próximo estreno de su adaptación al cine el próximo verano, Wonder Woman se convirtió en embajadora honoraria de la ONU para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.

Sin embargo, hace apenas unos días han retirado al personaje de esa posición. Las críticas se han centrado en que el personaje estaba demasiado sexualizado. Se ha echado en falta en esas críticas más conocimiento sobre la trayectoria del personaje, sobre su papel en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.



Los autores que han fallecido a lo largo de este año

Este año mucha gente del mundo del cine, la música, el espéctáculo, etc. nos han dejado. En el ámbito del cómic, algunos de los más autores y personas relacionadas con este medio más destacables podrían ser los siguientes. Lo siento si me olvido a alguno. Si me lo decís en un comentario, lo añadiré inmediatamente.

Víctor Mora
Ángel Nadal
Carlos Díez
Paco Camarasa
Tunet Vila
Victoria Chamizo
Jack Davis
Gotlib
Steve Dillon
Darwyn Cooke
Ted Benoit
Marco Macias Prieto
Juan Enrique Bosch 'Micharmut'
Richard Thompson
Fernando Quesada

jueves, 29 de diciembre de 2016

Un repaso a 2016: diez cómics recomendables

Esta lista de diez cómics es una lista de cómics que he leído este año, y es independiente del año de publicación, aunque por lo general en este blog intento hablar de cómics recientes. Van sin ningún orden en concreto.


Pies descalzos (Keiji Nakazawa)


Estoy todavía a la mitad de la lectura (dentro de poco el tercer tomo), pero con lo leído es evidente que es uno de los mangas más reseñables que existen. Es la historia de ficción de un superviviente de Hiroshima basada en los recuerdos autobiográficos del autor. Habría clasificarlo sobre todo como drama, aunque tiene un tono de cómic peculiar (golpes, chichones...) que le podría sacar de la lectura a alguien. Reseña.


Popeye (Bobby London)


Tengo todavía pendiente un comentario del quinto tomo de Popeye de E. C. Segar editado por Kraken, que es una colección tremenda. Sin embargo, es cierto que son unas historietas muy antiguas que no iban a encajar en el gusto de todos. Ahí es donde le veo la gracia a este Popeye de Bobby London, que es una reinvención impecable del Popeye más clásico. London mantiene la esencia del personaje al mismo tiempo que lo traslada a los años 80 con mucha gracia y frescura. Para alguien que quiera entender por qué este personaje se volvió tan icónico en su momento, esta colección de dos tomos es todo lo que necesita. Reseña.


El solar (Alfonso López)


Enlazando con lo anterior, Alfonso López hace una recuperación de otros personajes icónicos de una forma diferente. Si Bobby London trasladaba a Popeye a los 80, al presente de su época, con la música rock, la guerra del golfo, etc., en El solar los personajes españoles parejos en popularidad son recuperados en un cómic ambientado en la posguerra. Estos personajes (Carpanta, Petra...) forman parte del legado histórico de nuestro país, y en ese sentido habría que celebrar que un autor esté buscando la forma de resucitarlos. Reseña.


La mujer rebelde. La historia de Margaret Sanger (Peter Bagge)



Sabía que me iba a gustar, pero no sabía cuánto. Está muy alejado de los cómics de humor de Bagge, en su lugar hay un potente mensaje político a favor de la desobediencia. No pretende contar un relato, sino la biografía más fiel que sea posible... y ésa es una de sus virtudes. Reseña.


María lloró sobre los pies de Jesús (Chester Brown)


En la misma dirección que el cómic anterior, éste es un cómic con un tema bíblico que también celebra la desobediencia. Tampoco es un relato al uso, sino más bien un ensayo en forma de cómic, lleno de notas a pie de página para aclarar todo lo aclarable. Reseña.


Promethea (Alan Moore y J. H. Williams III)


Prometha también es un cómic muy cerebral, un denso tutorial de magia para el gran público. Lo único que he puesto de superhéroes en la lista, tal vez porque es el cómic de superhéroes que menos me he visto venir. Reseña.


Asterios Polyp (David Mazzucchelli)


Me gané unos comentarios con un poco de mosqueo en Twitter por culpa de la reseña que hice de este cómic. ¡Perdón! El problema de Mazzucchelli es que esperaba algo tremendo, y no fue tanto como creo que podría haber sido. Luego lo comparo con otras lecturas y es cierto que es uno de los cómics más sobresalientes de los últimos años. Reseña.


Raf. El 'gentleman' de Bruguera (Jordi Canyissà)


Ha sido uno de los libros sobre cómic español más celebrados por la crítica y los aficionados en los últimos años... y siguen siendo pocas alabanzas para los méritos que tiene este libro. Es una biografía de Raf, pero funciona más allá de eso: en la biografía de Raf se refleja la historia de la industria del cómic de nuestro país. Reseña.


Fantásticas aventuras de Tito y Tif (Joaquín Xaudaró)


Y de nuevo, otra publicación que merecería más visibilidad por lo que significa para la historia del cómic español. El primer cómic en formato libro publicado en nuestro país, una forma de acercarse a cómo las clases populares llenaban sus ratos libres en 1915. Reseña.


Sigo siendo un cocinicas (Xcar, Azagra y Revuelta)


Tengo que comentar dentro de poco el tercer tomo de esta colección, Todos somos cocinicas. Mientras tanto, recupero la anterior entrega: recetas de cocina con humor y conciencia social, sencillas, accesibles a todo el mundo, tanto en lo que significa para el bolsillo como para quien tienda hacia opciones veganas y vegetarianas. Reseña.

martes, 27 de diciembre de 2016

Una entrevista a Josep Escobar de ¿1990?

Trancribo una de las dos entrevistas a Josep Escobar que el usuario santxe ha escaneado en el foro Manga Classics. Fue publicada en algún número del Dominical de El Periódico. En cuanto tenga un momento, transcribo la otra entrevista.


Nuestros días claros

A sus 81 años sigue jugando con los niños, y en su lápiz aún se dibujan los compañeros de clase de toda una generación.

Montserrat Roig
Fotos: Pilar Aymerich

En Santa Eulàlia de Ronçana sigue trabajando el padre de Zipi y Zape, de Carpanta, de Petra, de todos aquellos personajes que fueron más reales en nuestra infancia que el mismísimo general Franco. Dibujante, inventor, autor de teatro, creador de dibujos animados, todas las semanas Josep Escobar sigue inventando nuevas historietas, aunque las rodillas le duelan, y se enfade por intermitentes pérdidas de memoria. Sus personajes, supervivientes de todos los naufragios, parecen recordamos que el mundo cambia menos de lo que imaginamos. En los días claros, dice este hombre casi tan viejo como el siglo, ve el Montseny. Y también su humor es el de nuestros días claros, de cuando los niños todavía eran inocentes. Pero él sigue dibujando, ajeno a los grandes males de este siglo que agoniza, ajeno a estos comics que sólo desarrollan terror y sadismo, acidez y sarcasmo. El día en que el sexo se emparejó con la violencia, los niños dejaron de ser inocentes.
     A los 12 años, Escobar ya era muralista: pintó un muro porque quería que los editores se fijaran en él. En Granollers, en el barrio de Sant Roc, había un atajo que iba directamente a Barcelona. Estudió el lugar y descubrió que había una barbería. En la pared de delante, dibujó una escena de fútbol, con Samitier y Alcántara. Estaba segurísimo que los innumerables editores que iban a pasar por aquel atajo preguntarían por el autor del mural.



Escobar no es arquitecto porque no sabía qué cosa era el horizonte. Este tío en La Habana que casi todos tuvimos, fue en su casa una tía. Y, cuando Escobar era un niño, la tía de América dijo: “Pepito tiene que ser arquitecto”. Lo dijo, claro, porque pensaba pagarle la carrera. Pero cuando el catedrático le preguntó qué cosa era el horizonte, Pepito se quedó de una pieza y sin carrera. Acabó en Correos, como repartidor ambulante, pues, aunque cada dos días debía levantarse a las 4 de la madrugada para preparar las expediciones de cartas y paquetes, tenía muchísimo más tiempo para dibujar. Luego fue depurado, por ser republicano. Y, cuando le juzgaron después de la Guerra, el fiscal se hizo un lío: creía que esto de dibujar en L'Esquella de la Torratxa era como ser de la Torrassa, el barrio en donde había tanta gente de la FAI. Escobar fue condenado a seis años y un día, pero salió de la cárcel al cabo de un año y medio. Y con un trabajo seguro con los hermanos Baguñá.

―Casi todos los dibujantes y guionistas de historietas pasaron por la editorial Bruguera, una institución. ¿Qué recuerda ahora del señor Bruguera, el padre?

―Yo era joven y le mandaba mis dibujos para la revista Cigronet Pero de money, nada. Un día se lo dije y me respondió: "Mire, Moreno hace meses que trabaja aquí y justo ahora empieza a cobrar…” Moreno me lo confirmó: cobraba cinco pesetas la hora pero en calderilla, porque hacía más bulto.

―Si usted hubiera nacido en los Estados Unidos, ahora seria millonario.

―He trabajado muchos años sin contrato, sin que se me reconociera la autoría. El país está lleno de tiendas que se llaman Carpanta o Zipi/Zape. En Palautordera hay una confitería donde hacen unos dulces que se llaman carpantas y no me han regalado ni un tortell… Ahora parece que todo esto cambiará, pero no me fío mucho.

―Y, luego, la censura.

―Se cargaron a Tula, que era una suegra que siempre se peleaba con su yerno. La hija quedaba al margen, porque se llevaba bien con su marido. Pero los curas de la censura opinaron que mi pobre Tula atentaba contra la sagrada institución del matrimonio. Con Carpanta también se enfadaron mucho. Un censor me dijo: “En la España de hoy no se pasa hambre”.

―Ahora nos parece cómico.

―Y entonces también, hija. Aunque los tiempos eran más difíciles.

―Y así surgió el pobre Carpanta. En mi niñez me hacia sufrir mucho. Jamás consiguió lo que deseaba.

―Yo, de niño, habla visto Popeye en un cine de Granollers. Había un personaje que se llamaba Pilón, que siempre estaba comiendo. Luego me olvide, pero en la posguerra, y con el hambre, me acordé de él. La única diferencia es que ml Carpanta jamás consiguió comer. Y es que yo recordaba el hambre que pase en Madrid después de la guerra. Todos mis personajes, más o menos, surgen de la vida real. En casa de mi jefe en telégrafos había una criada que siempre se discutía con la señora. Era de Huesca y en su pueblo todo era mejor. Iba allí por la fiesta mayor, pero siempre volvía antes porque en su pueblo se aburría. Así nació Petra, la criada. Y el modelo de los hermanos Zipi y Zape eran los dibujos de un alemán. Están inspirados en Max und Moritz. Pero aquellos niños tenias más mala leche. Hago historietas relacionadas con la escuela para que los niños se vean reflejados. En mi escuela había un niño muy pedante y así creé a Peloto. El real era un pelota, no paraba de hacerle regalos al maestro para que le puntuara mejor.

―Hace más de 40 años que dibuja a estos gemelos, más de 15.000 historietas… Debe acabar soñándolos.

―No, me lo paso muy bien soñando. Lo malo es que sólo recuerdo lo último.

―¿Fue su padre como don Pantuflo, el patriarca decimonónico de Zipi y Zape?

―¡Qué va! Tengo testigos que le dirán que era un buen padre. Creé a don Pantuflo pensando en los padres en general, para que vean que hay que ser liberal y demócrata. Mi padre fue un buen hombre. Murió en la cárcel, por rojo y separatista.

―Y, luego, va usted y crea a don Pésimo y a don Óptimo, uno desgraciado, el otro afortunado…

―¡Ay! ¡Estos sí que me hacían sufrir! Imagínese a un personaje a quien le pasan desgracias sin cesar y a su amigo sacando provecho de ellas… ¡Imagínese! Contar eso de las desgracias de uno y la fortuna de otro…No, no pude continuar.

―Doña Tula reúne todos los tópicos de los chistes contra las suegras… Las mujeres no es que queden muy bien en sus historietas.

―No, no quedan muy bien…, es cierto. Y también la Petra, la pobre. Claro que era muy chafardera.

― Y, ¿por qué quedan tan mal?

―No sé, no sé…

―¿Su suegra era como doña Tula?

―No, no… ¡Era una santa! Siempre hago lo contrario de lo que es la normalidad… Mi suegra era un tesoro.

―Se inventó un pueblo para Petra, Sisante. El nombre se lo inspiró el verbo sisar, lo que antes se decía de las criadas, que sisaban cuando hacían la compra…, y resultó que Sisante existe en la realidad.

―Sí, recibí una carta del alcalde, estaba muy enfadado. También hice una historieta en que el pobre Carpanta intentaba comerse se mantecadas de Astorga, lo cual como siempre, no lograba. Y un fabricante de Astorga me mandó un paquete lleno de mantecadas. Intenté hacer lo mismo con las deliciosas longanizas de Vic, o las almendras de Arenys, pero no tuve suerte. Jamás me han mandado ni una longaniza.

―Y luego nos llaman tacaños, a los catalanes.

―¡Claro!


―Fue usted también inventor.

―Ocurrió que, como le decía, al salir de la cárcel los Bugañá me dieron trabajo. Hicimos dibujos animados y me inventé un toro que se llamaba Civilón. Por cierto, esto me acarreó preguntas con mala intención. Los de la censura creyeron que el toro era la Guardia Civil. Y yo le había puesto este nombre porque el verdadero Civilón era un toro tan bueno que lo habían salvado de la estocada final… Bueno, pues, los Baguñá se unieron con los Chamartín e hicimos La Cenicienta. Pero resultó que Walt Disney ya lo había registrado así y tuvimos que cambiarle el nombre. Se llamó Érase una vez… (La Cenicienta). Y, ¡esto no estuvo bien! ¡Nosotros empezábamos y el señor Disney lo tenía todo! En Bruguera sólo me daban una página a la semana. Me sobraba tiempo y, como no sé estarme sin hacer nada, empecé a inventarme los pasatiempos: un juego de bolos con un dado dentro de cada bolo. A los bolos caídos se le sumaban lo que daban los dados. Una petaca, porque en los años 40 todavía se fumaba picadura. La petaca llevaba un filtro debajo y así los cigarrillos quedaban limpios de polvo. En aquella época era práctica, pero pronto se acabó. Y a los 15 años hice una película de dibujos con un fotógrafo, Bosc, que era muy charmant. No tenía dinero para comprar el celuloide y tuve que hacerla al revés de cómo se hacen normalmente: las figuras iban dibujadas sobre el papel, y el decorado encima de éste. Tuve que hacer el decorado desde varias perspectivas. Tenía que borrar cada trocito de tinta. Me dio mucho trabajo. Me dieron una medalla en el Centre Excursionista de Catalunya porque se quedaron parados de que existiera un loco corno yo.

―De aquellos TB0 de nuestra infancia se ha pasado a los 'comics' actuales. En mi opinión, hay algunos que expresan el sexo con crueldad, son violentos. Creo que son agresivos…

―No me acaban de gustar. Ni en el dibujo serio, ni en el comic. En el serio, porque es una incitación a la violencia. Lo que pasa es que el humor de hoy es demasiado intelectual. No es sencillo como el que nosotros hacíamos. Todo el mundo nos entendía. ¡Si hoy incluso se hace propaganda contra las películas de Walt Disney!

―¿No será porque nuestra civilización ha perdido la inocencia?

―Seguramente. Me quedo parado que en las escuelas se den clases de sexualidad a niños de 8 años. A lo mejor soy un carca. Pero cada edad tiene su manera de vivida.

―De todos modos, antes se confundía la inocencia con la ignorancia.

―Creo que aquel exceso de represión ha traído lo de hoy.

―Usted es un superviviente. Han desaparecido Peñarroya, Giner, Cifré, Conti… ¿Qué significa quedarse sin contemporáneos, sin cómplices?

―Estoy solo… No sé explicar lo que siento… Siento una tristeza absoluta. Del Tío vivo no ha quedado nade… Sólo está Moreno de aquella época. Vamos al mismo barbero y éste nos transmite las noticias del otro. Pero uno se va acostumbrando, a estar solo. Así, me emborracho en el trabajo…

―Usted hizo mucho teatro.

―Sí, pero sólo una vez hice de galán joven. Tenía en contra mi tono de voz y que soy bajito.

―Y, en la vida… ¿hace teatro?

―No, tiro a serio.

―Esto ya es un tópico: se dice que los humoristas son gente muy seria en la vida.

―Es que yo siempre pienso en el trabajo. Pero Ibáñez, que es único, siempre cuenta chistes. Es más alegre.

―Ibáñez dice que usted tiene fama de generoso…

―…Tacaño no soy…

―… Y que, por esta razón, una vez, le pegó usted la gripe…

―Sí, sí, es cierto.

―¿Cómo definiría el humor?

―¡Ay! Ahora sí que me pone usted en un compromiso. Es…, lo impensado…, es…, como imaginarte que va a ocurrir una cosa, pero que resulte otra… En realidad, estás jugando con el lector. Tienes que llevarlo por un camino, pero tiene que terminar en otro. Aunque todo tiene que estar relacionado.

―¿Cree que estamos perdiendo el sentido del humor?

―No lo creo. Hay padres que compran mis historietas para sus hijos, pero antes se encierran ellos y leen a Zipi y Zape…

―¿Qué actor cómico prefiere de los del cine?

―Charlot. Por su ternura. Y esto es un don, que no sabes de dónde viene, ni por qué razón existe, pero que puede solucionar las cosas.

―¿Siempre se ha ganado bien la vida?

―No me puedo quejar, creo que me he ido defendiendo.

―Parece que no tenga mala leche.

―No. ¿Por qué iba a tenerla?

―No sé… ¿Cree que se puede envejecer con humor?

―¡Ay! Es dificil. Yo ya tengo 80 años y sigo trabajando. A veces lo aciertas y otras no. Ahora estoy algo más amargado, porque las piernas no me responden, estoy operado de la próstata y soy un diabético compensado. Me molesta dejar de comer lo que me gusta, aunque lo soporto. Trabajo todos los días, incluso los sábados y domingos. El día que me pare, solo duraré 15 días. Por culpa del síndrome de la mecanógrafa, tengo que andar cada día una hora, y luego hacer, durante 20 minutos, gimnasia de piernas… Y, mire, he tenido suerte, por lo menos este dichoso síndrome no me afectó el brazo derecho. El día que adelanto a alguien que anda con un bastón ya es una victoria. Es una tortura, esto del paseo diario. ¡Hay muchos viejos que no tienen que hacerlo! Es injusto.

Mientras carga su pipa, Escobar me confiesa cómo teme perder la memoria. Para no olvidarse, ha dibujado en una cartulina todos los personajes que salen en las historietas de Zipi y Zape. Escobar se pasa todo el día dibujando. O bien pensando sus historietas. Me enseña los guiones: son unas tiras donde cada frase, escrita a lápiz, es una viñeta. Tarda de dos a tres horas en dibujar una página. Y, en una libreta, apunta todas las ideas que se le ocurren mientras anda por la calle. El trabajo es una obsesión, el trabajo es su vida. “Y mi mujer es la víctima”, dice. Pero jamás ha dejado de cumplir su cita semanal con los lectores.

―¿De dónde saca las ideas?

―A veces leo un chiste de otro y éste me lleva al mío. C. Bernard decía que sólo existen 50 motivos de humor. Mi mente siempre está funcionando. Creo que sólo está para esto…

En su despacho, muy pequeño, desde donde ve el Montseny en los días claros, está todo el mundo que han generado los Zipi y Zape, estos seres que hace 40 años que son niños y que, como Peter Pan, no pueden crecer. Ellos son nuestra niñez, y Escobar la hace perdurar en la nostalgia de todos los padres obligados a ser adultos, pero que no quieren matar al niño que llevan dentro. ¿Y quién no lo lleva? parece decirnos este genio de la historieta, inventor y filósofo del sentido común. Escobar disfruta enseñándome sus inventos, la petaca, los bolos, la máquina de cine… En la pared hay una foto de su abuelo, que era poeta. Alguien pintó el retrato de Escobar mientras estaba en la cárcel. También él retira a poeta romántico, algo tísico, algo ensimismado. Cerca hay una pintura suya de los compañeros de cárcel, en la celda 85. “Donde cabía uno, metían ocho”.
     En el pasillo, un escrito colgado dice: “Una caricatura bien hecha es como un cuento…”

―¿Por qué? ―le pregunto, mientras salimos al jardín.

―Mire, la historia sigue así: Un niño muy pobre ve salir de un coche lujoso, con chófer, a una mujer joven, rica y guapa. El niño exclama: “¡Caramba! ¡Si es mi hermana!”. ¿Lo ve? ¡Hace falta muy poco para contar todo un mundo!

No hace mucho, Carpanta, harto de pasar hambre quiso suplantar en una historieta a su creador. Pero descubrió que su padre debía hacer jogging y tampoco comía nada: todo eran pastillas para su colesterol.
     Y, entonces, el más solidario de los hambrientos se apiadó de Escobar y le regaló la única avellana que guardaba en la nevera. Sólo una mente generosa puede crear personajes generosos. Y así es este dibujante que, a los 81 años, sigue albergando en su cerebro, intactos los días claros de nuestra infancia.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Tono / Mihura, humor del 27 (Jaume Capdevila)


La Codorniz era "fea, rancia, chulesca, un capricho de gente bien, absolutamente inofensiva", decía Manel Fontdevila en No os indignéis tanto. Aunque hay que aceptar la parte de razón que hay en esta frase, el gran público que se acercó al ensayo de Fontdevila seguramente no conocía tanto esta revista como para apoyar o refutar esa valoración. Ese gran público, que sabe quiénes son Fontdevila y Hessel, no creo que conozca la obra de Mihura y Tono, por lo que se quedará con lo dicho por Fontdevila, lo aceptará con los ojos cerrados.

Diminuta Editorial (que editó el maravilloso recopilatorio/ensayo sobre Jordi Coll) ha publicado este libro de Jaume Capdevila, una selección de chistes de estos dos dibujantes acompañados de una biografía de cada uno con la que se contextualiza su trabajo. Capdevila no oculta información (algunas frases de Mihura y algunos chistes de Tono evidencian su afiliación política, cercana al franquismo), pero también reivindica la originalidad de su dibujo y de su humor. Mihura y sobre todo Tono revolucionaron el humor hacia un absurdo atemporal, abstracto, lleno de ingenio y originalidad. El formato del libro resalta esa interrelación entre los dos humoristas, cómo cada uno fue acercándose hacia el estilo del otro.

Tal vez como complemento a este libro habría que recomendar el muy interesante Usos amorosos de la posguerra española, de Carmen Martín Gaite, en el que La Codorniz tiene mucha importancia como reflejo de la sociedad española de la posguerra... y se explica por qué la revista no era tan inofensiva.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Memorias de un pene selecto (Carlos Melgares)


El género de la autobiografía en el cómic incluye joyitas muy recomendables, aunque también es un género en el que los autores corren el riesgo de no hacer un ejercicio de autocrítica. Mientras que todo el mundo quiere compartir sus experiencias personales con los demás, muy pocos son los que se atreven a mostrar sus miserias, sus canalladas y sus arrepentimientos. Son muy pocos los que quieren abrirse al mundo tal y como son realmente.

Memorias de un pene selecto es una autobiografía con ningún pene (o ninguno explícito) pero mucha honestidad. En su anterior fanzine, Regreso a la adolescencia (teniendo más de 30) (2012), el amiguete Carlos Melgares hablaba sobre la ruptura de su última relación, con humor y sin mayores pretensiones. Aquí sin embargo hay más ambición. En este repaso de toda su vida habla sobre sus amistades de juventud, sus amores, los triunfos de los que no se siente orgulloso y los fracasos que reivindica. Emociona cuando los recuerdos son tristes y provoca sonoras carcajadas con las anécdotas de miserias personales. Tiene mérito que consiga involucrar de esa forma al lector porque el dibujo está hecho simplemente a partir de monigotes. Y tiene más mérito porque Melgares no quiere destacarse a sí mismo como alguien especial, por encima del resto de la sociedad o alejado de ella, sino como uno más. Su biografía es la vida del “cualquiera”, la del compañero de clase, la del vecino del piso de enfrente, la del que se sienta al lado en la sala de espera en el hospital… Este cómic es una biografía de una persona a la que el lector va a considerar un amigo cercano al terminar la última página.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Jamás tendré 20 años (Jaime Martín)


La dictadura de Franco utilizó la propaganda, la censura y la violencia para imponer una escala de valores a todo un país. Los que compartían esa escala no debieron vivir mal, ¿pero qué lugar quedaba para los que pensaban diferente? ¿Cómo vivían el día a día, cómo podían tener una familia y recuperar todo lo que habían perdido durante la guerra civil? Como da a entender el título, con miedo, sin saber cuántos años les podían quedar por delante. Jaime Martín cuenta la vida de sus abuelos, Isabel y Jaime, antes, durante y después de la guerra, hilando una serie de anécdotas con las que construye dos historias de amor, la de los padres y la de una de sus hijas, en un entorno hostil. De una forma sencilla y elegante, sin estridencias, Martín rinde un homenaje a sus abuelos y nos da una nueva visión de esa España destruida.

martes, 20 de diciembre de 2016

Super Humor Superlópez 17 (Jan y Francisco Pérez Navarro)


Un año más, otro Súper Humor de Superlópez, con otras tres historias. En Tres pizzas y un muerto... Superlópez se ve metido en dos problemas, el posible asesinato de un vendedor de Thermomix (aunque es evidente, por desgracia, que no hay crimen en ningún momento) y un intercambio de droga en el puerto de Puerto de la Selva. Las dos tramas funcionan más o menos bien gracias a un abundante número de secundarios simpáticos. El Supergrupo contra los Demoledores puede ser la historia del Supergrupo que más me ha entusiasmado hasta el momento. Los protagonistas tienen que decidir si detienen a un grupo de activistas que se dedica a echar abajo construcciones ilegales, como un hotel o una plataforma petrolífera. Se les interponen los Ligones Justicieros, unos superhéroes con los que Efepé puede soltar sus chascarrillos sobre este género. La que no me convence es Mambrú se fue a la guerra. Más o menos, un amigo de la hija de Chico y Martha se ha unido a ISIS porque sus padres no han sabido ponerle firme en casa. No es muy convincente que un problema tan reciente (las captaciones de jóvenes nacidos en occidente para unirse al terrorismo musulmán) tenga una explicación de ámbito familiar, individual, en vez de una explicación social.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Víctor Mora - Los tebeos y la lucha


A los veinte años Víctor Mora (1931-2016) entró en la redacción de la editorial Bruguera con muestras de sus propios dibujos bajo el brazo. Rafael González, un editor tímido y muy estricto, no quedó impresionado con esos garabatos, pero le llamaron la atención los textos. La conversación derivó hacia los libros que le gustaban al joven dibujante: se había leído casi todo Julio Verne en francés, le conmovía la literatura rusa, reivindicaba a Jack London y no le hacía ningún asco a las novelas baratas de La Sombra y Doc Savage. Rafael González era otro apasionado por la lectura por lo que le contrató inmediatamente… como guionista.

La lectura había sido el mecanismo con el que Víctor había hecho frente a las dificultades de su juventud. La Guerra Civil había obligado a su familia a exiliarse a Francia entre 1939 y 1945. Allí fueron desplazados al campo de concentración de Bram, donde un Víctor de poco más de diez años vio morir a su padre, gravemente enfermo. De regreso a la empobrecida España del estraperlo, el gasógeno y el bloqueo internacional su madre tuvo que salir adelante sin el subsidio que se daba a las viudas porque había sido esposa de un republicano. Mora, mientras tanto, le había ayudado con pequeños trabajos de mala muerte.

Trabajar en Bruguera le permitió ser el autor de historias como las que a él le emocionaba leer. De ahí nació El Capitán Trueno (1956), un héroe medieval muy alejado de la seriedad y el rencor de otros héroes de tebeo de su época. Junto con sus simpáticos amigos Goliath y Crispín, Trueno viajaba por el mundo para defender a los más débiles. Los lectores conectaron con sus aventuras desenfadadas que no aspiraban a formar parte de la «alta cultura» y con las que Mora manifestaba su ideología política. Para evitar problemas con la censura sus héroes a veces rezaban o gritaban el famoso «¡Santiago y cierra España!», pero también derrocaban a tiranos que le habían quitado el trono a sus legítimos dueños y luchaban contra los que se aprovechan de las supersticiones de los demás. Sus personajes se ponían en un plano de igualdad evitando el tratamiento de «usted», y la vikinga Sigrid y Trueno convivían como pareja formal sin haber pasado por la vicaría.

El Capitán Trueno pronto llegó a alcanzar tiradas de 350.000 ejemplares, y eso sin tener en cuenta las tiendas de segunda mano. Bruguera animó a Mora a repetir la fórmula con El Jabato (1958), ambientado en la Antigua Roma, y con El Cosaco Verde (1960), un ruso que el propio título se esforzaba en desvincular de los rusos «rojos». Como guionista todo terreno, en el género del Oeste destacó con el Sheriff King (1964), en ciencia ficción colaboró con Carlos Giménez para desarrollar Dani Futuro (1969), y en el género de piratas su trabajo con El Corsario de Hierro (1970), dibujado por Ambrós, demostró hasta dónde podrían haber llegado los creadores del Capitán Trueno si hubiesen tenido libertad creativa.

Su activismo político clandestino en el PSUC junto con su mujer, Armonía Rodríguez, les puso en el foco de varios registros policiales y les llevó a la cárcel durante seis meses en los que no perdieron el apoyo de la editorial. Por este motivo, en 1963 decidieron exiliarse durante unos años a Francia. Mora continuó escribiendo guiones para Bruguera que enviaba por correo a la editorial junto con regalos para sus compañeros de redacción: literatura comunista y álbumes de Astérix (un personaje que, por cierto, con el tiempo se encargaría de traducir al español).

Los últimos años de Víctor Mora estuvieron marcados por un accidente vascular cerebral que sufrió en 1996 y le afectó al habla, la escritura y la memoria. Con el apoyo de Armonía consiguió recobrar estas facultades a través de una recuperación que narró en uno de sus últimos libros, Diario de a bordo (sin navegar y a punto de naufragar). Víctor Mora luchó hasta el final para permanecer en el mundo de las letras.

(Publicado en El tebeíco del salón nº10 - 2016)

jueves, 15 de diciembre de 2016

Diario de a bordo (sin navegar y a punto de naufragar) (Víctor Mora)


En 1996, Víctor Mora, el creador del Capitán Trueno, el Jabato, Dani Futuro, etcétera, sufrió un derrame cerebral que le afectó a la escritura, el habla y la memoria. No recuperó del todo estas facultades, pero sí una parte gracias al apoyo de su pareja "Nía" (Armonía Rodríguez), sus amigos y los médicos que le trataron. Este libro recoge las entradas de su diario personal que tienen más relación con este accidente, desde 1994 a 1999, en las que habla de su proceso y las complicaciones médicas que le fueron apareciendo. A lo largo de este relato Víctor Mora también expresa su preocupación por sus dificultades económicas (a pesar de haber creado al popular Capitán Trueno), por el gobierno de Clinton y por la victoria electoral de Aznar, y reflexiona sobre temas como la alta cultura catalana, el nacionalismo y su pasión por la literatura. Mientras no exista un libro que recoja la biografía de Víctor Mora, ésta es la mejor forma de conocer a uno de los autores de cómics más importantes de nuestra historia.

martes, 13 de diciembre de 2016

El solar (Alfonso López)


Con El solar Alfonso López está proponiendo una forma de recuperar los personajes de Bruguera para el público actual. Ya que no son un reflejo de la realidad social de nuestra época (ni podrían serlo aunque se intentasen actualizar), se pueden utilizar para hablar sobre los primeros años del franquismo, igual que ya hizo este dibujante en su momento con el genial Estraperlo y tranvía. Hay parecidos con aquel cómic, pero también diferencias. Es más pequeño pero con más páginas, y el dibujo es más suelto y de colores más oscuros. La trama se ambienta cinco años antes, en pleno aislamiento internacional, en una España más miserable y necesitada. Tal vez para compensar, el guión busca más el chiste y la réplica ingeniosa.

Pepe Gazuza, una parodia de Carpanta, y Petro, parodia de la criada Petra, viven dos historias de amor en principio independientes que acaban estando conectadas a través de una trama de espionaje internacional que involucra a nazis, americanos, comunistas y andorranos. Por el camino se cruzarán con un buen grupo de secundarios basados en personajes de Escobar, como Zipi y Zape, Blasa, portera de su casa, y Doña Tomasa (la de Doña Tomasa, con fruición, va y alquila su mansión), junto con otros personajes de Bruguera, de otras editoriales de tebeos de la época y también personajes históricos.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Ya queda poco para Expocómic 2016

Se acerca el Expocómic de este año, que tendrá lugar los días 3 y 4 de diciembre, de 9:00 a 21:00 y de 9:00 a 20:00 respectivamente. Esta edición trae dos novedades importantes. Por un lado, se celebrará en IFEMA, en el pabellón 3 (Avda. del Partenón, 5), metro Campo de las Naciones. Por otro lado, es el primer Expocómic organizado por la empresa Easyfairs.


Los precios de las entradas de este año serán 15 € por día para los adultos, y gratuitas para los niños de hasta 10 años. Existe un descuento especial para cosplayers, 16 € para los dos días para las personas que vayan disfrazadas.

La organización ha preparado un bueno número de actividades. Tal vez la más destacada de todos los años son las sesiones de firmas de autores de cómics, a las que asistirán una gran cantidad de guionistas y dibujantes. Entre los autores, voy a destacar especialmente a los autores extranjeros, a los que se les suele ver menos por España: Mark Buckingham (que desde hace bastantes años vive en Gijón) y Bryan y Mary Talbot.


Otra de las actividades que es importante destacar es la presencia de fanzines. Expocómic es uno de los pocos eventos del año en los que los aficionados al cómic pueden acercarse a este tipo de publicaciones para poder conocerlas y hablar con sus autores. Las actividades que han organizado para este año son:

Sábado
10 a 11:30 – Presentación y mesa redonda
18:30 a 20 – Autores que están a caballo entre fanzines y editoriales

Domingo
10 a 11:30 – Límites de los fanzines y diferencias entre autoedición y autogestión
18:30 a 20 – Autoedición artesanal vs autoedición industrial

En la sección de exposiciones, se encuentran Homenaje a la pasión y la locura de don Quijote: muestra colectiva de los principales artistas nacionales, y Aniversario: 15 años de la editorial Astiberri, gran motor de la novela gráfica en España.

Por su parte, ECC Ediciones aprovechará el evento para presentar las nuevas revistas que giran alrededor de la saga Renacimiento del Universo DC.

Por cierto, todavía hay tiempo para votar en los premios Expocómic de este año. Los ganadores se conocerán durante el evento.

La organización ha querido potenciar este año otras actividades aparte del propio cómic. Es decir, que este año junto con exposiciones, charlas, firmas, talleres de dibujo, etcétera, habrá espacio para el cosplay, proyecciones (The Walking Dead y dibujos animados), un taller de maquillaje, réplicas de robots de películas, maquetas de Star Trek, exhibiciones de sables de luz, batalla de gallos, wrestling y puestos ambulantes de comida.


En este ámbito de actividades Expocómic va a traer al actor Ray Park (Darth Maul en La amenaza fantasma, Sapo en X-Men, Snake Eyes en G.I. Joe). Sábado y domingo habrá sesiones de preguntas y respuestas con él, además de sesiones de fotos y autógrafos con los fans.

Por mi parte, os anuncio que presentaré Auge y caída de una historieta en Expocómic con la ayuda de Diego Núñez Mezquita, el domingo de 18:00 a 19:00.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Novedad: 'Auge y caída de una historieta. La historia detrás de Bruguera'

A la venta (sin gastos de envío) en Léeme Libros

Por fin está en las tiendas el proyecto en el que llevo metido alrededor de dos años: un libro sobre la historia de la editorial Bruguera. Por lo que sé, ya se encuentra a la venta en muchas librerías generalistas, así que no debería ser difícil de encontrar. Si por lo que fuese os cuesta localizarlo, pronto estará a la venta en la web de la editorial, Léeme Libros, sin gastos de envío.

La portada no sólo me parece espectacular (gracias, Marta Bellvehí, creo que te ha quedado genial), sino que también es un buen resumen del contenido. La historia de Bruguera está formada por 72 años de búsqueda de su personalidad, crecimiento y popularidad, y 6 años de decadencia muy intensos que la llevaron a su quiebra. El libro está dividido en dos mitades de una extensión similar, cada una dedicada a una de estas dos etapas. Mi intención era repasar la historia de Bruguera como empresa de entretenimiento, los roces con el franquismo, sus conexiones con el anarquismo y la situación, buena o no, de sus trabajadores. Por supuesto, he dejado espacio especialmente a esa etapa final de la que ya hablé hace años en este blog.

Este libro es una ampliación y corrección de aquellos posts, que ahora ya no están disponibles en este blog. Podría haberlos dejado tal cual donde estaban, pero tenían tantos errores que no me parecía bien dejar en internet información que sé que es incorrecta. También podría haber corregido esos posts, pero sería perjudicar a un editor, José Antonio, que me ha ayudado mucho para dar forma a este libro y llevarlo a las librerías.

Pronto habrá una presentación en la librería La Sombra. Avisaré con tiempo en cuanto la fecha esté cerrada, y también si hubiese más presentaciones en otras ciudades.

Si necesitáis más información podéis escribirme a entodoelcolodrillo [arroba] gmail [punto] com.


Descripción editorial

160 páginas. Tapa dura
Formato: 16x23 cm
PVP: 19,90 €
Editor: Léeme Libros (página web)
Fecha de lanzamiento: noviembre 2016
ISBN: 9788415589358

Tres décadas después de su cierre, la Editorial Bruguera sigue estando muy presente para todas esas generaciones que crecieron (que crecimos) de la mano de Mortadelo y Filemón, 13 rúe del Percebe, Rompetechos, Zipi y Zape, La familia Cebolleta, Las hermanas Gilda, El Capitán Trueno, Superlópez, Anacleto, Esther... (y así hasta completar una lista sencillamente interminable). Generaciones que tienen en los tebeos un referente cultural y, sobre todo, vital, porque aquellas páginas cambiaron sus vidas para siempre.

En ese caldo de cultivo se adentra Pablo Vicente para rendir un merecido homenaje a Cifré, Peñarroya, Ibáñez, Jan, Vázquez, Escobar, Mora, Ambrós, Purita Campos... y tantos otros, mientras nos descubre una cronología que arranca en la fundación de El Gato Negro, la editorial que daría paso a Bruguera, y que concluye con la lucha de los trabajadores para proteger y defender el legado de una leyenda que está viva y muy presente en la memoria sentimental de sus lectores.

«Bruguera no sólo fue la editorial líder en producción de tebeos a lo largo de más de seis décadas, es algo mucho más importante: es mi infancia, como lo son el olor a la grasa de los churros de los domingos, las costras en las rodillas o las sesiones dobles de James Bond en el cine España con mi padre».
Carlos Areces

Pablo Vicente Damas (@etecblog) nació en 1988 en Madrid y no recuerda haber pasado un solo día sin un tebeo a mano. Se licenció en Físicas, pero el interés por la lectura le empujó a estudiar un máster de edición. A lo largo de los últimos seis años ha escrito en los blogs En todo el colodrillo (sobre cómics en general) y Lectura cronológica de Superlópez. Ha participado en los podcasts Campamento Krypton y Barrio canino en programas dedicados al mundo del cómic español, y desde el presente año colabora regularmente en Canino magazine. Sus propias historietas han visto la luz dentro de la marginalidad y la autoedición en fanzines como Ojodepez, Andergraün y Rantifuso.


Reseñas y entrevistas

El Receptor / El Confidencial / Diario 16 / Rockzone / Carne Cruda / La Maginoteca / Cadena SER / eldiario.es / Acolostico se escribe con erre / Podcast Slumberland / Pliego Suelto / Aux Magazine

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Gringos locos (Yann y Olivier Schwartz)


Existe una historia poco conocida del cómic francobelga: en 1948 los dibujantes Jijé, Morris y Franquin (creadores de Spirou, Lucky Luke y Tomás el gafe respectivamente) viajaron por EEUU de costa a costa en coche para llegar a los estudios Disney. Querían ser contratados como animadores, pero después de muchas peripecias sus planes quedaron frustrados. El guionista Yann llevaba mucho tiempo queriendo reconstruir en un cómic este relato a partir de las divertidas e imposibles anécdotas que le habían contado Franquin y Morris en vida. Creo que ésa es la debilidad de este guión. La estructura del cómic está enfocada a recopilar el mayor número posible de ellas. Esta intención hará las delicias de quien conozca a los personajes de estos autores o a sus autores, pero no es tan atractiva para quien se acerque a este cómic sin esas lecturas previas. No se trata de un cómic con un mensaje universal, sino enfocado al público de "expertos" en la materia. En lo que todos los lectores estarán de acuerdo es en que el dibujo sigue la línea de dibujo francobelga: es de una calidad tremenda.

Un tema aparte es los extras que no sé si estarían en la edición francesa. El tomo contiene al final una colección de declaraciones de los hijos de Franquin y Jijé que ponen en duda la absoluta fiabilidad de la descripción que hace este cómic de los dibujantes y de su aventura. El guionista defiende sus decisiones con la frase: "Cuando la leyenda es más bella que la realidad, imprimimos la leyenda". El lector puede opinar sobre los límites de ese principio gracias a estos extras.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Promethea (libro 2 de 3) (Alan Moore y J. H. Williams III)


Los once capítulos de este tomo continúan con la tónica del tomo anterior: pedagogía espiritual alrededor de la magia, un desarrollo de personajes superficial (en mi humilde opinión) y unas ilustraciones alucinantes. En este caso, los once capítulos de este tomo sirven para explicar el árbol de la cábala. Sophie (la séptima Promethea) y Barbara (la sexta) recorren las esferas de la cábala de manera ascendente en búsqueda del alma del esposo de Barbara. En cada una de ellas, Promethea y otros avatares van explicando al lector los significados de la Luna, Mercurio, Marte, el abismo... sus números y aromas asociados, etc. Como Alan Moore impone demasiado su presencia con unos diálogos expositivos interminables, el dibujante compensa con una experimentación gráfica muy interesante en cada número. Cada 24 páginas, plantea un estilo de dibujo diferente dentro de unas composiciones de página que siguen siendo muy elaboradas. Tal vez tanto uno como otro luchen demasiado por parecer unos virtuosos en sus campos.

Durante este viaje de iniciación, la vida en la Tierra (los superhéroes y supervillanos que se pelean en ella) permanece como una subtrama que no tiene mucha importancia. Imagino que será el punto de partida del último tercio de la colección.

martes, 25 de octubre de 2016

Wonder Woman: Tierra uno (Grant Morrison y Yanick Paquette)


La editorial DC y sus autores siempre se han sentido incómodos con el hecho de que William Moulton Marston, el creador de Wonder Woman en 1941, además de psicólogo, feminista e inventor del primer detector de mentiras, fuese un aficionado al bondage. Tampoco se puede decir que lo ocultase. En los seis años que escribió los guiones de esta superheroína, las viñetas de mujeres (y hombres) atadas, encadenadas y azotadas eran de lo más habitual. Después de su muerte en 1947 ningún guionista o dibujante ha querido recuperar esa iconografía sexual en los cómics de Wonder Woman. Ésta es la principal novedad de este Wonder Woman: Tierra uno. Como ya había hecho con Superman y con Batman, Grant Morrison recupera aquí también las esencias del personaje, lo que caracterizaba a la superheronína de DC cuando fue creada y que con el tiempo había quedado olvidado.

Las cadenas y las cuerdas son el elemento principal del juicio al que se somete a la princesa Diana. Su delito es haber huido de la Isla Paraíso donde viven las amazonas desde los tiempos en los que fueron cruelmente humilladas por el mitológico Hércules. Con este argumento Morrison y Paquette resucitan la idea central que motivaba a Marston a escribir cómics: la sumisión hacia alguien que te quiere es beneficiosa. En otros aspectos el cómic no es tan acertado (la comparación de machismo y racismo en la manera que aparece aquí se queda un poco coja), pero en general es un origen alternativo de Wonder Woman que cumple con todo lo que se espera de él.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Fantásticas aventuras de Tito y Tif (Joaquín Xaudaró)


Es interesante analizarnos a nosotros mismos y darnos cuenta de cómo hemos aceptado la invasión cultural de EEUU. La historia del cómic mundial en gran parte la solemos entroncar en EEUU, a pesar de que los primerísimos cómics fueron europeos (recordemos Las aventuras de Monsieur Vieux Bois, por ejemplo). Max und Moritz en alemania, Caran d'Ache en Francia... y seguimos diciendo (especialmente los que estamos más desinformados) que Yellow Kid de 1895 es el primer cómic, cuando ya era un medio asimilado en Europa.

¿Y en España? En España los pioneros del cómic permanecen en un relativo olvido tanto por las dificultades de recuperar las revistas originales, como por lo difícil que es convencer al público de que nuestra historia del cómic es importante, al menos para nosotros, para entender nuestra sociedad. En ese sentido, Glénat/EDT hasta hace unos años hizo un esfuerzo (imposible de agradecer) por recuperar nuestra historia del cómic, y ahora Taula Ediciones, una editorial mucho más modesta, continúa esa línea.

Fantásticas aventuras de Tito y Tif es el primer cómic en formato libro de la historia de España, de 1915. O en otras palabras que llaman más la atención, es "la primera novela gráfica española", aunque con un enfoque de cómic popular. Su argumento es muy sencillo: el boticario Tito y su perro Tif salen de caza (en realidad salen a leer el periódico al campo) y de pronto se ven metidos en una y otra aventura que les lleva al continente africano y otros peligros relacionados con la 1ª Guerra Mundial. El parecido con Tintín en el Congo es muy obvio: un tebeo de aventuras pero con dibujo caricaturesco, línea clara, un hombre y su perro, y especialmente todo lo que tiene que ver con el colonialismo y la facilidad para matar animales en un tebeo para niños.

Si ya de por sí el cómic es muy simpático por ciertos motivos (por ejemplo, el dibujo es tremendo), se le une una dedicatoria del nieto del autor, un prólogo de los dos editores en los que plantean la importancia de recordar nuestros primeros cómics, y un espectacular prólogo de Antonio Martín concienzudo y detallado sobre la vida y obra de Xaudaró.

El cómic de momento sólo se puede comprar por internet aquí.

martes, 20 de septiembre de 2016

María lloró sobre los pies de Jesús (Chester Brown)


A grandes rasgos, este cómic está formado por una selección de fragmentos de la Biblia adaptados por un autor que se define a sí mismo como cristiano. Los criterios de selección son dos. Por un lado, los fragmentos que hablan de favores sexuales y prostitución. Por otro, los que hablan de la desobediencia a Dios.

Chester Brown defiende una tesis delicada: no sólo la Virgen María fue una prostituta, sino que originalmente el cristianismo y el judaísmo (hasta los tiempos de san Pablo) no rechazaban esta profesión. Lo argumenta en base a estos fragmentos de la Biblia y haciendo comparaciones entre Evangelios, buscando las versiones originales de la Biblia y los Evangelios apócrifos y explicando las investigaciones de estudiosos y traductores. De ahí que una buena parte del tomo esté formado por notas para explicar las fuentes en las que se basa y las decisiones que ha tomado (hay notas a pie de página incluso de las notas a pie de página). Brown no quiere ridiculizar al cristianismo con esta tesis, sino devolver a la prostitución el prestigio perdido.

(De mi propia cosecha voy a añadir que no me parece una interpretación disparatada. El Poema de Gilgamesh empieza con un fragmento que recuerda mucho al Génesis bíblico y está relacionado con los favores sexuales. Mientras que en la Biblia Eva condena al hombre por darle conocimiento –representado por el fruto del árbol de la ciencia–, en el Poema de Gilgamesh el salvaje Enkidu se civiliza gracias a las relaciones sexuales de Shamhat, una prostituta sagrada. Es decir, no solo la mujer cambia de traer castigo a ser una salvadora, sino que la humanización de Enkidu se alcanza a través del sexo con una prostituta).

A medida que Chester Brown fue avanzando en esta investigación llegó a otros fragmentos de la Biblia que encajaban con el segundo mensaje de este cómic: el Dios de los cristianos, el de las parábolas de Jesús, no castiga a los que le desobedecen, sino que les premia. Para Brown, hay una base en la Biblia para defender que el cristianismo no se basa en normas morales, sino en el amor, que Dios prefiere al desobediente que ama al prójimo como sí mismo antes que al que acata sus mandamientos.

La lectura puede hacerse un poco densa (especialmente en cuanto uno se mete en las notas del final), pero Brown hace un grandísimo esfuerzo por ser claro, pedagógico y especialmente respetuoso.

martes, 13 de septiembre de 2016

La mujer rebelde. La historia de Margaret Sanger (Peter Bagge)


Margaret Sanger a lo largo de su vida luchó por una causa: la libertad en el control de la natalidad (es decir, la legalidad del aborto y los anticonceptivos). Tenemos tan asumida esta libertad que no somos conscientes del cambio que significó para la sociedad ni tampoco de las dificultades que supuso llegar a donde estamos: persecuciones, cárcel, denuncias... Esta lucha fue transversal, el cómic nos demuestra que fue independiente de los colores políticos (socialismo, anarquismo, cristianismo, etc.) de quienes la defendían. Es decir, sin contradecir ni manipular la vida o las ideas de Sanger, Bagge ha dado forma a un cómic que no sólo es interesantísimo, sino que es un alegato a favor de la desobediencia.

Comparada con muchos escritores, pintores o científicos, Sanger es una completa desconocida. Lo quiero destacar porque la decisión de contar su vida honra a Peter Bagge. Al contrario que en otros cómics biográficos, ponerla a ella en la portada no es un truco facilón para atraer lectores. Bagge no busca un bestseller, sino dar a conocer la lucha de esta activista por la libertad sexual.

Los aciertos de este cómic precisamente se deben a la admiración sincera que el autor siente por Sanger, por sus principios éticos y el valor para resistir a los ataques que recibía. Aunque su dibujo es muy caracterísico, Bagge hace todo lo posible por ser invisible, por ofrecer la visión más completa e imparcial de la vida de Sanger. El cómic es básicamente información. Incluso por las notas al final del tomo se podría decir que tiene miedo de que este cómic cree malentendidos o caiga en inexactitudes.